El Barrio Cívico está ubicado en pleno centro de Santiago y comprende principalmente El Palacio de La Moneda, la calle Morandé y los ministerios aledaños, Paseo Ahumada, Paseo Bulnes y la Plaza de La Constitución. 
El sector es un lugar de abruptos contrastes en donde se observa a simple vista la mezcla de distintas instituciones gubernamentales y abundantes tipos de comercio, bajo la sombra de edificios de los más variados estilos arquitectónicos, desde antiguas construcciones, hasta modernos emplazamientos.
Es un lugar que como todos los barrios, tiene aspectos negativos y positivos, los cuales a la larga se transforman en características propias que lo hacen reconocible.
Se nota que existe una preocupación por parte de las autoridades para mantenerlo en buen estado y atractivo visualmente. Sobre todo en las áreas más cercanas a La Moneda para incentivar el turismo, una práctica bastante habitual que es paseo imperdible de visitantes extranjeros.
Pero no todo el panorama es de color rosa, ya que al hablar con gente del sector, podemos conocer los problemas reales que se viven cotidianamente en el barrio. La delincuencia es uno de los más importantes y que ya lleva un buen tiempo azotando estas calles. Aún que gracias al trabajo entre carabineros y equipos de seguridad dispuestos por la municipalidad, las tazas de delincuencia han disminuido algunas cifras considerables, pero los asaltos a locales están a la orden del día, igual que los robos silenciosos o “lanzazos”. Ni siquiera las grandes multi-tiendas se libran, ya que los conocidos “Mecheros” se encargan de realizar constantes robos hormigas bajo total inmunidad. Perjuicios que a la larga se transforman en considerables cantidades de dinero.
Francisco Ramírez, un guardia de la tienda “Hites” ubicada en Paseo Ahumada, relata que día tras día jóvenes delincuentes entran con sus antiguas zapatillas, se prueban rápidamente unas nuevas, y salen corriendo. Los guardias los siguen constantemente, pero en las calles, los ladrones desaparecen fugazmente ayudados por una gran red de otros “Mecheros”.
Éste no es el único problema, el centro es lugar habitual de todas las protestas y por lo general, gran parte de las construcciones son damnificadas en estas. Don Alberto Zuchel, jefe de seguridad de CCPLM, recuerda que en una protesta la mampara principal se rompió en mil pedazos, una vez que un rodamiento de bicicleta fue lanzado por un furioso y desconsiderado protestante.
Estos detalles a la larga se transforman en aspectos perjudiciales para un barrio lleno de historia, el cual lucha día a día por erradicar todos sus problemas y sólo poder caracterizarse por sus aspectos positivos y su amplia historia. No podemos olvidar que por La Moneda han pasado casi todos los presidentes de nuestro país, importantes políticos han pasado por los distintos ministerios y militares de alto rango trabajan día a día en el edificio de las Fuerzas Armadas.
Finalmente, vale la pena decir, que a pesar de todo, es uno de los sectores de mayor convergencia social de nuestro país, ya que tiene una afluencia enorme de personas y de todos los tipos, jóvenes, empresarios, políticos, vendedores, etc. Nadie se escapa de pasar por lo menos una vez, por este lugar.
Subido por: Mario Avilés Brun
El sector es un lugar de abruptos contrastes en donde se observa a simple vista la mezcla de distintas instituciones gubernamentales y abundantes tipos de comercio, bajo la sombra de edificios de los más variados estilos arquitectónicos, desde antiguas construcciones, hasta modernos emplazamientos.
Es un lugar que como todos los barrios, tiene aspectos negativos y positivos, los cuales a la larga se transforman en características propias que lo hacen reconocible.
Se nota que existe una preocupación por parte de las autoridades para mantenerlo en buen estado y atractivo visualmente. Sobre todo en las áreas más cercanas a La Moneda para incentivar el turismo, una práctica bastante habitual que es paseo imperdible de visitantes extranjeros.
Pero no todo el panorama es de color rosa, ya que al hablar con gente del sector, podemos conocer los problemas reales que se viven cotidianamente en el barrio. La delincuencia es uno de los más importantes y que ya lleva un buen tiempo azotando estas calles. Aún que gracias al trabajo entre carabineros y equipos de seguridad dispuestos por la municipalidad, las tazas de delincuencia han disminuido algunas cifras considerables, pero los asaltos a locales están a la orden del día, igual que los robos silenciosos o “lanzazos”. Ni siquiera las grandes multi-tiendas se libran, ya que los conocidos “Mecheros” se encargan de realizar constantes robos hormigas bajo total inmunidad. Perjuicios que a la larga se transforman en considerables cantidades de dinero.
Francisco Ramírez, un guardia de la tienda “Hites” ubicada en Paseo Ahumada, relata que día tras día jóvenes delincuentes entran con sus antiguas zapatillas, se prueban rápidamente unas nuevas, y salen corriendo. Los guardias los siguen constantemente, pero en las calles, los ladrones desaparecen fugazmente ayudados por una gran red de otros “Mecheros”.
Éste no es el único problema, el centro es lugar habitual de todas las protestas y por lo general, gran parte de las construcciones son damnificadas en estas. Don Alberto Zuchel, jefe de seguridad de CCPLM, recuerda que en una protesta la mampara principal se rompió en mil pedazos, una vez que un rodamiento de bicicleta fue lanzado por un furioso y desconsiderado protestante.
Estos detalles a la larga se transforman en aspectos perjudiciales para un barrio lleno de historia, el cual lucha día a día por erradicar todos sus problemas y sólo poder caracterizarse por sus aspectos positivos y su amplia historia. No podemos olvidar que por La Moneda han pasado casi todos los presidentes de nuestro país, importantes políticos han pasado por los distintos ministerios y militares de alto rango trabajan día a día en el edificio de las Fuerzas Armadas.
Finalmente, vale la pena decir, que a pesar de todo, es uno de los sectores de mayor convergencia social de nuestro país, ya que tiene una afluencia enorme de personas y de todos los tipos, jóvenes, empresarios, políticos, vendedores, etc. Nadie se escapa de pasar por lo menos una vez, por este lugar.
Subido por: Mario Avilés Brun
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